Predicar el evangelio es decirle a los hombres que Dios y su evangelio es real, de hecho la verdad del evangelio es mas real que la vida de todos los hombres sobre la tierra. La verdad del evangelio tiene un respaldo histórico como ningún otro hecho en la historia de la humanidad y por tanto es una verdad que los hombres deben tomarse en serio. Muy en serio. Porque el mensaje del evangelio pone al hombre entre la espada y la pared, no tiene más opción que arrepentirse y creer o rebelarse y seguir en su estado de juicio y esperar la muerte con terror por rechazar la obra de Cristo en la Cruz.
Porque hay una realidad preexistente que es por pocos conocidos y que debe ser anunciada con más fuerza aún hoy en este tiempo. La verdad es que si Jesús vino (como sabemos así fue) lo hizo porque estamos condenados y necesitábamos ser salvados. pero
¿Qué significa estar condenado? Significa que nuestro destino está trazado y definido por el decreto de un Dios santo y justo, que condena toda la maldad, venga de quien venga y el hombre es por naturaleza maligno conforme al estándar de la santidad de Dios. Por esa razón como es un Dios santo debe poner al que comete pecado en un estado de juicio y condenación. Esa es la verdad inevitable que tanto nos cuesta aceptar. Y esta es la razón por la cual necesitábamos ser salvados. Escúcheme bien, esta realidad no depende de si usted la cree, le gusta o lo acepta. Así como nadie le pregunto si quería nacer, ni cuando morir ni la fuerza de la gravedad o la rotación de la tierra, esta dura verdad inevitable no depende de su aceptación o comprensión. Dios juzgara a los hombres conforme al evangelio anunciado.
Corre a Cristo si puedes hacerlo.
Sólo en Él hay salvación.
Cesar Henriquez